Tú me preparaste un zumo de naranja
y yo te subí un café
y en el breve tránsito de la vida
nos esforzamos por regresar a algo parecido
a la normalidad. Sabemos que el mundo está cambiando,
que nuestro amor está cambiando,
que estamos cambiando nosotros.

Nos asustan los empleos destruidos,
el río de Heráclito, el mundo ciñendo,
el frío de vivir, la inocencia perdida,
la tempestad ahí fuera,
el nuevo concepto de dicha que tendremos
que redefinir entre todos.

Ahora que todo es ausencia, también todo es amor.

Total amor. Amor confinado.